Adornado de “acuerdo histórico”, quien profundice en sus páginas verá que es puro papel mojado, papel con el que se han intentado limpiar de la inmensa falta de credibilidad que tienen en la actualidad.
El fraude de la virología, es una crítica al modelo de virus como agente causante de enfermedades, que exclaviza a nuestra sociedad. Es el legado del Dr. Stefan Lanka.
¿Por qué cualquier funcionario público debería tener el poder de imponer la vacunación a aquellos que dudan de su eficacia como preventivo y están positivamente convencidos de su peligro? Disfruta del prólogo de la segunda edición de esta fantástica obra.
Cuando se habla de vacunas, es casi irremediable mencionar a la épica historia de la polio, una enfermedad supuestamente vírica, que apareció inexplicablemente. La afirmación sobre la efectividad de la vacuna es rotunda, a pesar de existir escasas evidencias científicas sobre ello.
Escuchamos y leemos a menudo que la vacunación ha tenido un importante impacto en la disminución de la mortalidad debida a enfermedades infecciosas, enfermedades que se cobraban la vida de varias decenas de miles de españoles al año. Pues bien, eso no es cierto y se puede demostrar con datos oficiales.
Tal ha sido la codicia por patentar y comercializar todo aquello relacionado con la genética, que nos hemos olvidado del conocimiento. Nuestra tímida incursión en la maravillosa complejidad de la vida, ha derivado en macro experimento de inoculación.
Los virus no son lo que nos han contado. Detrás de ese falso relato bélico de muerte, se esconde una verdad, que al descubrirla, sólo puedes agradecer ese mensaje de la vida. Los virus son componentes de la célula que han transferido todo su metabolismo a la célula común y, por tanto, pueden salir de la célula.
