Darwinismo y nueva Biología
Darwinismo y nueva Biología

Una nueva Biología, para una nueva sociedad

Con la utilización, en la década de los 70, de la técnica del ADN recombinante, nació lo que hoy se conoce como “ingeniería genética” (denominación que discutiremos más adelante). Un nacimiento rodeado de controversias e inquietud. Comprendieron que existía la posibilidad de que un error, o incluso una acción deliberada, condujese a la aparición de nuevos virus y bacterias patógenos, dada la plasticidad y capacidad natural de recombinación de su material genético.

La función de los virus en la Evolución

La llamada “revolución molecular” producida en los últimos veinte años, ha aportado una gran cantidad de información detallada sobre la estructura y función de los últimos componentes fundamentales de los procesos biológicos. Los, a veces, espectaculares hallazgos especialmente de la genética molecular y del desarrollo, alcanzan una resonancia en los medios de comunicación que raramente se concede a cualquier otra materia científica.

El futuro de la Biología, el futuro de la Humanidad

La Biología ha sido calificada como “la ciencia del Siglo XXI”. Los grandes medios de comunicación no se cansan de informarnos de los grandes logros que se esperan de las nuevas aplicaciones derivadas de los progresos en la manipulación de los fenómenos naturales, de la información genética, o de la “creación” de bacterias y virus

Lamarck y la venganza del Imperio

La muerte científica de Lamarck no fue una muerte natural. Su hermosa concepción de la Naturaleza como algo vivo, y de la vida como un proceso por el que los organismos y el ambiente se construyen mutuamente chocaba contra el determinismo, contra la extrapolación ideológica cuya pretensión era justificar lo injustificable. El Imperio mató a Lamarck, y al mismo tiempo mató a la Biología.

La horrible revolución malthusiana de la ciencia del X Club

La creación de un nuevo imperio anticiencia. Entre las décadas de 1830 y 1840 se creó una nueva pseudociencia, el darwinismo, para aplastar el espíritu del progeso en el conocimiento humano. Había nacido el darwinismo de las raíces más puramente maltusianas. Se avecinaba el horror.

En la naturaleza, todos somos uno

Resulta cuanto menos sorprendente en un mundo en el que nos han enseñado que sólo los más aptos sobreviven, dejan sus ventajas a la descendencia y sólo ellos pueden evolucionar, comprobar como compartir información entre especies, es un mecanismo real de adaptación al entorno, que se da con una frecuencia abrumadora tanto en invertebrados, como en vertebrados y plantas.