Aquí te cuento todo.
Me encantan las citas, las leyendas y las moralejas. Te dejo una que resume el trabajo de esta web. Un día hubo un enorme incendio …
Me encantan las citas, las leyendas y las moralejas. Te dejo una que resume el trabajo de esta web. Un día hubo un enorme incendio …
Con la utilización, en la década de los 70, de la técnica del ADN recombinante, nació lo que hoy se conoce como “ingeniería genética” (denominación que discutiremos más adelante). Un nacimiento rodeado de controversias e inquietud. Comprendieron que existía la posibilidad de que un error, o incluso una acción deliberada, condujese a la aparición de nuevos virus y bacterias patógenos, dada la plasticidad y capacidad natural de recombinación de su material genético.
La llamada “revolución molecular” producida en los últimos veinte años, ha aportado una gran cantidad de información detallada sobre la estructura y función de los últimos componentes fundamentales de los procesos biológicos. Los, a veces, espectaculares hallazgos especialmente de la genética molecular y del desarrollo, alcanzan una resonancia en los medios de comunicación que raramente se concede a cualquier otra materia científica. Sin embargo, resulta sorprendente (o tal vez no) que una ciencia tan pujante (incluso tan “de moda”), se haya convertido en una acumulación de datos, cada vez más minuciosos y, al mismo tiempo, cada vez más desconectados entre sí, incluso contradictorios en muchas ocasiones.
A muchos biólogos, o quizás sea mas exacto referirnos a ciertos biólogos, nos produce una gran inquietud la deriva, al parecer irreversible, que está tomando la investigación biológica. Transformada en “gran Ciencia”, está pasando de ser fundamentalmente una parsimoniosa actividad realizada en mas o menos modestos laboratorios entre animales, plantas, microorganismos y libros a una vertiginosa carrera competitiva llevada a cabo en complejas instalaciones dotadas de costosísimos y sofisticados aparatos destinados a descifrar y manipular apremiantemente los secretos de la vida.
Las nuevas técnicas genéticas han desbaratado la vieja concepción de “gen” y, sobre todo, el binomio un gen-un carácter en el que se sustentaba la base teórica de la Biología desde el “redescubrimiento” de las leyes de Mendel.
La diversidad de los cultivos de todo el Mundo se está reduciendo a un ritmo de “extinción masiva”. Según informes de la FAO, en el último siglo se ha perdido el 75% de las variedades agrícolas que se cultivaban habitualmente. Desde el punto de vista ecológico, la pérdida de variedad en cultivos disminuye la capacidad de resistencia y adaptación a los cambios climáticos y a las enfermedades. Es decir, la Humanidad se puede enfrentar, en pocos años, a una crisis alimentaria global.
La guerra permanente contra los entes biológicos que han construido, regulan y mantienen la vida en nuestro Planeta es el síntoma más grave de una civilización alienada de la realidad que camina hacia su autodestrucción.