Aquí te cuento todo.
Me encantan las citas, las leyendas y las moralejas. Te dejo una que resume el trabajo de esta web. Un …
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El legado del Dr. Stefan Lanka. Ponente: Almudena Zaragoza. Bióloga. Curso incluido con la membresía. En este año 2025, abordaremos …
El legado de Máximo Sandín. Ponentes: Almudena Zaragoza. Bióloga. Este programa es exclusivo para la membresía bacteria extremófila. Somos bacterias y …
Treinta años después. Ponentes: Jon Ortega, Biólogo, Sofía González, profesora de arte y Almudena Zaragoza, Bióloga. La búsqueda del Origen …
La llamada “revolución molecular” producida en los últimos veinte años, ha aportado una gran cantidad de información detallada sobre la estructura y función de los últimos componentes fundamentales de los procesos biológicos. Los, a veces, espectaculares hallazgos especialmente de la genética molecular y del desarrollo, alcanzan una resonancia en los medios de comunicación que raramente se concede a cualquier otra materia científica. Sin embargo, resulta sorprendente (o tal vez no) que una ciencia tan pujante (incluso tan “de moda”), se haya convertido en una acumulación de datos, cada vez más minuciosos y, al mismo tiempo, cada vez más desconectados entre sí, incluso contradictorios en muchas ocasiones.
La Biología ha sido calificada como “la ciencia del Siglo XXI”. Los grandes medios de comunicación no se cansan de informarnos de los grandes logros que se esperan de las nuevas aplicaciones derivadas de los progresos en la manipulación de los fenómenos naturales, de la información genética, o de la “creación” de bacterias y virus
El primer síntoma de la ruptura de la armonía de los seres humanos con la Naturaleza se puede identificar con el establecimiento de un modo de vida sedentario, es decir, el nacimiento de las acumulaciones de población en núcleos urbanos de mayor o menor tamaño, alrededor de 10.000 años atrás. Pero en este caso, la parte más perjudicada no fue la Naturaleza, sino los seres humanos. La convivencia con animales domésticos (lo que incluye ratas y ratones), la falta de higiene, el consumo de agua en malas condiciones y los ocasionales períodos de hambre ocasionados por las malas cosechas comenzaron a producir las zoonosis, las primeras enfermedades infecciosas consecuencia de la ruptura de las condiciones naturales de humanos y animales. Este cambio en el modo de vida también propició la ruptura del equilibrio en las relaciones humanas: la acumulación de bienes no esenciales y el nacimiento de la riqueza (las desigualdades) y el poder y, como consecuencia, el comienzo de las guerras.
Con Almudena Zaragoza y Jesús García Blanca. Este programa se incluye con la membresía bacteria extremófila. Os he dejado esta carta, …
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De historias épicas de intenciones malvadas e infección de células y saltos de especie con fines pandémicos, a ser las …